Aguablanca está ligada a la vida de su zona de influencia, la que marca el tríángulo que va entre Monesterio (Badajoz), Santa Olalla del Cala (Huelva) y El Real de la Jara (Sevilla): tres provincias distintas y dos comunidades autónomas (Extremadura y Andalucía) unidas por un proyecto minero moderno y sostenible.

La Mina de Aguablanca quiere retomar su papel de dinamizador de la actividad industrial en esta zona, como generadora de empleo y riqueza entre sus vecinos. El compromiso con nuestra comunidad se centra en un importante programa de formación para los 330 trabajadores directos que serán parte del proyecto de mina de interior, donde se priorizará las incorporaciones y cualificación de personal de la zona de influencia.
La Mina de Aguablanca quiere retomar su papel de catalizador de la actividad industrial en la zona, como generadora de empleo y riqueza entre sus vecinos.

Este proyecto se enmarca dentro del impulso autonómico en el campo de las actividades mineras que se está viviendo en Extremadura, una excelente oportunidad para el desarrollo industrial y el posicionamiento geoestratégico de esta tierra en el campo de la sostenibilidad energética.
Todo ello, por medio de un desarrollo minero sostenible que permita también el beneficio no sólo de empleados directos, sino del importante número de empresas auxiliares que trabajarán en el proyecto. De esta forma, la reapertura de este yacimiento supondrá también el impulso del tejido empresarial de la zona y el desarrollo indirecto de toda su comunidad, así como un importante programa de Responsabilidad Social Corporativa para estos tres pueblos y sus habitantes.