El proyecto minero de Aguablanca retoma la actividad en un histórico yacimiento a cielo abierto en el que los trabajos de conservación y restauración llevados a cabo desde su clausura (en 2015) ofrecen ya resultados visibles, como en la zona de estériles oeste, ya con su capa vegetal y el monte bajo repoblado arraigado por completo.
La gestión del ciclo del agua es una de las claves de este proyecto de minería sostenible


Estas buenas prácticas ejecutadas son el eje central de un Plan de Restauración desglosado en el proyecto, donde se describen las actuaciones de restauración, cierre y clausura propuestas para todas las instalaciones, con el objetivo de establecer un uso final de los terrenos en los ámbitos forestal y natural. Asimismo, se recuperará el valor ecológico del área, facilitando su integración con el paisaje circundante, tal y como establece la Declaración de Impacto Ambiental del proyecto de Aguablanca.
Ciclo del agua: vertido cero
La gestión del ciclo del agua es una de las claves de este proyecto de minería sostenible, con la implementación del Vertido Cero en todas sus instalaciones. Así, se optimiza el uso de los recursos hídricos existentes. Toda el agua que se utilice en los procesos mineros durante el periodo de vida útil del proyecto Aguablanca será gestionada y almacenada dentro de las instalaciones que forman parte de la gestión interna de la propia mina. Para ello, se cuenta con un proyecto técnico aprobado por las autoridades ambientales e hídricas, que sigue esta premisa del Vertido Cero.
Medio ambiente y restauración ambiental
El proyecto para la mina de Aguablanca da cumplimiento a todos los requisitos legales necesarios y requeridos por la legislación vigente y por las autoridades competentes. Los trabajos de minería de interior que se lleven a cabo siempre contarán con un reporte periódico a la Administración responsable del capítulo ambiental para, entre otros objetivos, preservar el valor ecológico del área en el que se desarrolla su actividad.
El compromiso de Aguablanca con la minería sostenible y responsable en el aprovechamiento racional de sus recursos queda plasmado en los posibles impactos ambientales previstos durante el desarrollo de la mina de interior, que fueron evaluados en el Estudio de Impacto Ambiental y demostrados como compatibles.
Asimismo, el Plan de Restauración del proyecto para su parte exterior prevé el desmantelamiento de las instalaciones industriales una vez concluido el periodo de vida de la mina, de manera que se puedan iniciar los trabajos de recuperación ambiental en las zonas de escombreras y balsas, que serán selladas y cubiertas con manto vegetal para la siembra y posterior crecimiento de especies arbustivas autóctonas.
El ejemplo de la restauración ambiental llevado a cabo durante el periodo de última actividad de la mina de Aguablanca es el mejor ejemplo de las buenas prácticas que se llevarán a cabo una vez concluya la vida útil de la actual mina.
Por otra parte, la actual corta minera se convertirá en un lago artificial para uso recreativo, una vez se realicen los trabajos de sellado y cierre de las galerías existentes y su posterior llenado con agua de lluvia.
Esta corta –con 300 metros de profundidad y 800 de diámetro– es fruto de los trabajos de minería a cielo abierto desarrollados en Aguablanca hasta el pasado año 2015 y no será utilizada en esta nueva fase, exclusiva de minería interior.
Sostenibilidad y huella de carbono
La sostenibilidad del proyecto minero no sólo se centra en la implementación del Vertido Cero en su ciclo del agua, sino también en un ambicioso proyecto de reducción de la huella de carbono. Todo ello, englobado en proyecto de reducción del impacto ambiental de esta actividad. El ejemplo de las buenas prácticas que se realizaron en la anterior etapa de los trabajos –a cielo abierto, en esa ocasión– y en su posterior proceso de restauración, ya visible en las instalaciones actuales, son el mejor aval del trabajo que se realizará.